enfermo durante el vuelo

Volar estando enfermo: cuándo quedarse en casa y cuándo subir al avión

¿Debe volar o quedarse quieto?

¿Está empezando a resfriarse justo antes de embarcar? ¿O tiene un resfriado común o gripe? En este artículo abordamos la cuestión de si puede volar cuando no se encuentra bien.

Si se encuentra mal y no tiene ganas de volar, es decisión suya cancelar o no el vuelo. ¿Cada fibra de su cuerpo le advierte de que un vuelo de 10 horas a Estados Unidos es una mala idea? Hágase un favor y evite embarcar en el vuelo.

Aplazar o cancelar el vuelo

Algunas compañías aéreas le darán la opción de aplazar su vuelo hasta 30 días antes de la salida, si puede demostrar que no se encuentra bien. También puede contratar un seguro de cancelación de viaje que le cubra en caso de enfermedad. Si tiene una urgencia médica, puede anular su viaje gratuitamente con un certificado médico de su doctor.

Como alternativa, puede optar por no volar sin cancelar su vuelo, lo que también se denomina "no presentarse". Un no-show es cuando un pasajero no se presenta a su vuelo sin notificarlo previamente a la compañía aérea.

Esto puede dar lugar a que se le incluya en una lista negra y se le prohíba volar en el futuro, por lo que es importante avisar a la compañía aérea si no puede volar. Además, algunas compañías aéreas pueden imponerle una multa por este motivo.

El piloto es responsable de los pasajeros

En última instancia, la decisión de conducir hasta el aeropuerto y volar es del pasajero. Pero una vez a bordo, el piloto tiene la responsabilidad de garantizar el bienestar de todos los pasajeros. Esto incluye no sólo el funcionamiento seguro de la aeronave, sino también la protección de los pasajeros frente a enfermedades o lesiones graves.

Si, en opinión del piloto o de la tripulación, un pasajero supone un peligro para sí mismo o para los demás, por ejemplo por riesgo de infección, no se le permitirá embarcar.

Resfriado, fiebre y problemas estomacales

Normalmente, un resfriado común no es motivo para evitar un vuelo. Como un resfriado supone poco riesgo, la tripulación de vuelo no suele rechazar a una persona resfriada.

En la mayoría de los casos, volar con un resfriado tampoco supone un problema para su propia salud. Sin embargo, es posible que sienta los oídos más tapados de lo habitual. Trague con fuerza o pellízquese la nariz y suénese por la nariz para comprobar si siente un "chasquido" en los oídos.

¿Tiene fiebre? La mayoría de los aeropuertos ya no toman la temperatura, por lo que puede subir al avión sin problemas. Sin embargo, es importante recordar que volar puede ser agotador y puede no ser la mejor manera de tratar una fiebre. El reposo suele ser el mejor remedio, pero esto puede resultar complicado durante un vuelo.

Al regresar de un destino exótico, las posibilidades de experimentar problemas estomacales son mayores de lo habitual. Piense en la famosa "barriga de Bali", la comida callejera de la India o los platos picantes de la cocina tailandesa. Los problemas estomacales pueden ser incómodos tanto para usted como para sus compañeros de vuelo, ya que el avión dispone de un número limitado de aseos.

Durante el despegue, el descenso y las turbulencias, los aseos son inaccesibles. Si tiene una infección gastrointestinal, puede contagiarse si hay mucha gente compartiendo el aseo, y las visitas frecuentes al aseo pueden ser una causa importante de deshidratación.

La deshidratación es otro de los problemas que conlleva un malestar estomacal. El problema se agrava por el aire seco de un avión.

Infección de oído

La presión del aire cambia cuando un avión despega y desciende, y esto suele causar molestias en los oídos de los pasajeros. Esto se debe a la diferencia de presión entre el aire del oído y el del avión. La diferente presión provoca el conocido sonido "pop" cuando el aire del oído se escapa por el conducto auditivo.

La inflamación y la acumulación de líquido en el oído debido a una infección también pueden afectar a la llamada trompa de Eustaquio. Si la trompa es demasiado estrecha o hay demasiado líquido, el aire no puede entrar y salir tan bien del oído.

Volar estando gravemente enfermo

Si está gravemente enfermo, es mejor cancelar o posponer el viaje. Sin embargo, si tiene que volar de regreso a su país de origen, la situación puede ser más complicada. En estos casos, puede ser preferible que esté cerca de su familia y amigos, aunque no se encuentre lo suficientemente bien como para viajar.

Es posible que tenga que presentar una declaración Fit-To-Fly para demostrar su estado. Muchas compañías aéreas exigen una declaración Fit-to-Fly (apto para volar) en los casos en los que usted esté gravemente enfermo. Una declaración FTF es una declaración escrita de un médico o facultativo que confirma que usted está en condiciones de volar.

Si no dispone de esta declaración, corre el riesgo de que le denieguen el embarque. Si tiene alguna herida visible o va acompañado de alguien que deba asistirle, el personal de tierra puede pedirle una declaración al facturar.

Para distancias más cortas, puede ser preferible viajar en tren o en coche, ya que evita el aire seco y la presión atmosférica cambiante de un avión, además de reducir el riesgo de infección.

En algunos casos, sin embargo, la repatriación puede ser la mejor opción, especialmente para viajes más largos. Esto significa que volará bajo la supervisión de un médico y con equipo médico a bordo.

En cualquier caso, le recomendamos que se ponga en contacto con su compañía de seguros de viaje. Además, las condiciones pueden variar de una compañía aérea a otra. Si no está seguro de poder viajar, póngase en contacto con la compañía aérea.

Escrito por Jerrymie

Jerrymie Marcus se puso en contacto con EUclaim debido a un retraso de 4 horas. A través de EUclaim, el especialista en marketing recibió 600 euros de indemnización.

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